Por: Einar Edgar Roca Roledo
Son las 19.59 del 18 de octubre, estamos a tan solo minutos
de conocer los resultados en boca de urna de las elecciones presidenciales.
Existe mucha expectativa en el país, millones de bolivianos esperan frente a su
televisor para conocer quién será el nuevo presidente. El reloj marca las
20.00, los resultados aparecen en la pantalla y surge un silencio
desconcertador. El presentador anuncia la victoria de Luis Arce con más del 40%
de los votos, seguido por Carlos Mesa y en tercer puesto Fernando Camacho. No
hay vuelta atrás, el Movimiento al Socialismo (MAS) ha vuelto a ganar una vez
más y nos gobernarán por otros cinco años.
Parece una historia de terror este posible escenario, pero
es muy cercano a volverse realidad. La dispersión del voto, debido a la gran
cantidad de candidatos, ha favorecido al MAS. Pese a las atrocidades que
hicieron en el pasado, aún se mantienen como un partido sólido y con apoyo a
nivel nacional. Queda a todavía un largo trecho para librarnos definitivamente
de los azules y para hacerlo hay que estar unidos.
La declinación de la candidatura de Añez abre la posibilidad
de poder hacerle frente al MAS, pero aún no es suficiente. La mayoría de los
votos que tenía JUNTOS se dispersarán entre Camacho y Mesa, lo que seguiría
favoreciendo a Arce. El ego de los candidatos y el fanatismo de los votantes
hace posible que no piensen con claridad y todavía no vean la calamidad que se
acerca si es que el MAS vuelve al poder.
Probablemente, Añez y su entorno hayan visto las cosas un
poco más claras, debido a eso desistieron de seguir en carrera electoral. Son
conscientes de que si vuelve el MAS al gobierno, ellos tendrán que huir porque
serían procesados. No solo los actuales gobernantes corren riesgo de ser
perseguidos políticamente, también los otros candidatos están en peligro, por
eso deben reconsiderar si realmente vale la pena seguir con su candidatura.
Evo Morales anunció que si ganan las elecciones, al día
siguiente estaría volviendo al país. Solo imaginen el escenario de ese
personaje retornando al país, la gran decepción que sentiríamos todos los que peleamos para hacer respetar
nuestro voto en las elecciones pasadas. Y todo por intereses personales que
ostentan ciertos políticos.
Espero que se tomen en serio las consecuencias del capricho
de seguir en carrera electoral, en especial aquellos que ni llegan al 10%. La
lucha de una gran parte de los bolivianos no se puede ir al tacho por culpa de
unos cuantos. Recuerden lo que está escrito en nuestras monedas, “la unión es
la fuerza” y para este escenario se hace necesario poder aplicarlo.