Por: Einar Edgar Roca Roledo
Un 28 de agosto de 1963, en las escalinatas del Monumento a
Lincoln, miles de personas se reunían luego de la marcha por el trabajo y
libertad. En esa ocasión, Martin Luther King Jr. tomó la palabra y proclamó un
conmovedor discurso. “Yo tengo un sueño” es el nombre de aquel discurso que
llegó a ser uno de los más famosos de la historia. En él, se expresaba el deseo
de que en un futuro gente de tez negra y blanca pudiesen ser tratados con
igualdad. Han pasado más de cincuenta años desde ese día y aún vemos como
existen diferencias raciales.
En los últimos días, hubo un caso que conmocionó a la
sociedad, el asesinato de George Floyd a manos de un agente policial en Estados
Unidos. Debido a este asesinato, que aún está impune, se han desatado varias
protestas para exigir justicia. En las redes sociales también se sintió el repudio
por este hecho, los usuarios se manifestaron mediante el hashtag “Black Lives
Matter” y poniendo imágenes de color negro en las fotos de perfil. Millones de
personas se han ido sumando a este movimiento; sin embargo, varias de ellas que
se indignan por este hecho, a diario cometen distintos tipos de actos discriminatorios.
No es suficiente con aparentar que nos importa una causa, hay que demostrarlo
con hechos.
Todos, en cierta medida, jugamos un papel en esto. De una u
otra forma nos sentimos superiores y tratamos de hacer sentir menos a otros.
Lo más preocupante es que va de generación en generación y parece no detenerse.
Se puede ver en las redes sociales que hay distintas publicaciones que incitan
al odio, ya sea por la apariencia física, equipo de fútbol, preferencia
política e incluso por la religión.
Este mal tan arraigado a nuestra sociedad, es aún más
contagiosos que el coronavirus y no se ha encontrado una cura efectiva. Cada uno
de nosotros debe hacer una reflexión personal y encontrar su rol en este
problema. Es necesario que de manera individual tratemos de ponerle un alto a
esto y comenzar a cambiar para que en un futuro podamos tener una mejor
sociedad.
Einar, no coma entre sujeto y verbo:
ResponderEliminarEste mal tan arraigado en nuestra sociedad es más contagiosos que el coronavirus y no se ha encontrado una cura efectiva.
10 sobre 10.