UNA SOCIEDAD DE CORRUPCIÓN

Por: Einar Edgar Roca Roledo

En los pasados días hubo un caso que golpeó muy fuerte al país, el de la compra con sobreprecio de 170 respiradores. Este hecho de corrupción ha puesto en evidencia la falta de valores que existe en nuestra sociedad. ¿Qué induce a una persona a robar?, en algunas ocasiones es por avaricia, en otros por necesidad, pero ninguna razón es justificada para cometer este delito.

Cuando era niño, mi mamá me contó la historia de Salvador Chico, más conocido por el apodo de Zambo Salvito. Una leyenda con algunos tintes de realidad. Se decía que él comenzó a robar desde muy pequeño con la aquiescencia de su madre adoptiva. Pasaron los años y se convirtió en un hábito, llegando a ser uno de los más temidos delincuentes de La Paz. Por sus crímenes fue condenado a muerte, pero antes de ser ejecutado, Salvador llamó a su madre y le arrancó la oreja de un mordisco, ya que ella no lo había detenido cuando era pequeño.

Esa historia es la clara muestra de que el crimen es castigado, por eso se la cuenta con el fin de evitar que alguien incurra en algún delito similar. Asumo que la mayor parte de los políticos no tuvieron la oportunidad de escucharla cuando eran niños, por eso se ven envueltos en hechos de corrupción. Antes por lo menos lo hacían de manera disimulada, pero ahora lo hacen descaradamente a la vista de todos. Simplemente nos queda esperar la utopía de que alguna vez tengamos políticos y gente en cargos jerárquicos que sean honestos, trabajando por el país, dejando de lado intereses personales.