Por: Einar Edgar Roca Roledo
A la conclusión de los bloqueos, los actores políticos
involucrados en este conflicto salieron con la frente en alto argumentando que
habían logrado sus objetivos. Enceguecidos por su orgullo, se consideraron como
ganadores de esta disputa política. La Central Obrera Boliviana (C.O.B.) y el
Pacto de Unidad dijeron que debido a ellos se había conseguido fijar una fecha
de elecciones. Jeanine Añez resaltó que gracias
a su gobierno se devolvió, una vez más, la paz al país. Luis Fernando Camacho y
los cívicos manifestaron que ellos lograron levantar los bloqueos en Santa Cruz.
Los asambleístas del Movimiento al Socialismo (M.A.S.) están convencidos de que
ellos fueron el factor determinante de la pacificación.
Un viejo refrán dice “no hay peor ciego que aquel que no
quiere ver” y es lo que pasa con estos políticos. Considero que por culpa de
los bloqueos, todos salimos perdiendo. La C.O.B. y Añez perdieron credibilidad.
El M.A.S. y los bloqueadores se ganaron el repudio del pueblo, causando
división dentro de su partido. La población sufrió un golpe directo a sus
bolsillos porque los precios de la canasta familiar se incrementaron. Lo más
lamentable, son las pérdidas de vidas debido al impedimento de paso de oxígeno.
¿Podemos seguir soportando el abuso de unos cuantos que, a
nombre del pueblo, nos causan tanto daño? En los pasados catorce años se le ha
dado tanto poder a unas cuantas personas, que ahora creen que su voluntad
personal representa la de todos los bolivianos. Mientras ellos piensan en
elecciones, muchas familias están preocupadas en qué van a comer ese día y en
cómo poder sobrevivir a la pandemia. Además, a muchos de los movilizados no les
afecta el tema de elecciones porque, con cualquier gobierno, no son tomados en
cuenta y el beneficio solo es para los dirigentes que los obligan a bloquear.
Los bloqueos fueron en vano porque las elecciones serán postergadas
una vez más. Tanto perjuicio para el pueblo boliviano, solo por caprichos de
unas cuantas personas. Lo óptimo hubiera sido esperar hasta el siguiente año
para realizar las elecciones, pero la ineficiencia del gobierno de transición y
los casos de corrupción han dado argumentos para que de una vez se elija a un
nuevo mandatario. Ahora, solo nos queda esperar al 18 de octubre y rezar para
no ser jurados electorales, ni contagiarnos al ir a emitir nuestro voto.